lunes, 21 de septiembre de 2009

EL “OUTSIDER”



Un monopolio, de cualquier naturaleza que sea, es algo repudiable, mucho más cuando mediante el mismo, se trata de regimentar las ideas y la expresión de la palabra, sea escrita, oral o televisiva .Empero, ello no autoriza a reemplazarlo con otro y sobretodo, cuando éste último quedará en manos del gobierno de turno…

Porque si es nefasto en materia comercial, cuando a la larga provoca los “dumping” es de toda evidencia que la cuestión asume mayor trascendencia cuando con él se trata de que la opinión pública escuche una sola campana o, en todo caso, permita solamente la difusión a cargo de supuestos “opositores”.

Decimos tal habida cuenta la actitud del bloque socialista de diputados nacionales que, recordando a Dickman, en la primera presidencia del General Perón, apoyaron el régimen de éste provocando la fractura del Partido (aunque de paso, anotemos que no es la primera vez que los socialistas cambian de camiseta en medio de la disputa, pues curiosamente siempre han sido permeables –mucho más que los radicales- a componendas. La historia política de la Argentina así lo demuestra).

El voto socialista ha resultado el que definió la balanza y permitió que en la Cámara de Diputados la sanción del proyecto fuera una realidad, por lo que ahora queda en manos del Senado su ratificación, lo que parece bastante probable. Esta vez el argumento ha sido que la ley que se proyecta es superior a la que regía desde hace por lo menos 26 años. Olvidan Binner y sus diputados que también hay que mirar quien la va a aplicar, pues lo contrario indica una ingenuidad pavorosa.

Empero, para ser justos, conviene resaltar que hace 60 años, el primer peronismo hizo algo parecido, aunque más contundente, pues lisa y llanamente expropió varios medios, tales como “La Prensa”- ejemplo emblemático- e incluso, fabricó otros como el Laborista, El Líder o “Democracia”.

De todas maneras, aparece claro que el ex Presidente en funciones ha doblado la apuesta: es un jugador empedernido, que cada vez que puede, sorprende a la oposición. Lo hizo anteriormente con el adelanto de las elecciones, la incautación por el Estado de las AFJP, el llamado “fútbol para todos” y v arias medidas que sería largo enumerar. Hasta ahora, lo único que le salió mal fue la no sanción de la resolución 125 en materia rural aunque, también hay que constatar un hecho: el sector agrario no ha logrado nada concreto, pese a su aparente triunfo en la ocasión.-

Ciertamente Kirchner carece de códigos y rompe con cualquier pacto que haga cuando lo considera necesario. A la mayoría de los políticos les ha causado daños en sus propias filas, billetera mediante, según algunos, o explotando las debilidades de la naturaleza humana. Debe ser un buen psicólogo…

Ni que decir tiene que Elisa Carrió por ejemplo, la que ha retrocedido mucho en la consideración general, pese a que todo el mundo le reconoce su eticidad .Reuteman sigue siendo el indeciso de siempre, de Narváez no termina de asomar, el resto se zambulle en una medianía y quizás sea Solá- pese a su pasado- el único que parece trabajar en serio por un futuro que lo proyecte definitivamente al escenario nacional.

En fin, debe ser la primera vez que un político marca la cancha a los opositores y pese a ser vapuleado en la reciente elección, termina ganándoles la pulseada.

Veremos que le depara el futuro a un hombre avasallante.

Mientras tanto Argentina sigue excluida de los escenarios internacionales, el descrédito nos acucia por todas partes, y seguimos perdiendo oportunidades únicas para alimentar al mundo, ante la miopía de la clase dirigente que no atina a vencer a éste hombre que, actuando desde afuera, hace enfrentar entre sí a sus opositores.

Porque, en definitiva, no nos engañemos: el “patagónico” trabaja para seguir manejando el país hasta el 2016, en una alternancia con su mujer…




martes, 15 de septiembre de 2009

El individualismo argentino


Aunque no lo parezca, el futbol deporte de masas, guarda estilos de juego parecidos a la forma de ser de sus connacionales. Verbigracia, un inglés es práctico y fuerte, lo mismo que un alemán, un holandés es juguetón y nada convencional, un brasileño sabe jugar en equipo –eso es lo que diferenció siempre a Pelé de Maradona pese a que éste individualmente era más brillante.

Mientras que un argentino es un ser excepcionalmente dotado para la práctica del más popular de los deportes pero no sabe jugar en equipo, salvo que tenga, como en el caso de Messi, a su lado jugadores complementarios, como Xavi o Iniesta, abastecedores del nombrado en el Barcelona que le permiten rendir y desarrollar todo su potencial.

Curiosamente, estas características son las que prevalecen a la hora de triunfar.

Los argentinos somos creativos, inteligentes, dotados, pero carecemos del espíritu de sacrificio. Amen de ello, siempre estamos envidiando al otro, verbigracia, los habitantes del gran Buenos Aires respecto de los campesinos, con las honrosas excepciones del caso.

Este modo de ser es el que siempre nos ha traído dificultades enormes como más de una vez lo han afirmado quienes nos han visitado en todos los tiempos.

Sarmiento, desde todo punto de vista un hombre excepcional, no tenia en claro si era argentino o chileno a punto tal que llego a sostener los derechos de Chile en la contienda con la Argentina por las líneas demarcatorias de la frontera en el extremo sur. Su desprecio por el gaucho y en general por todo lo autóctono le hizo importar hombres y cosas que no siempre se adaptaron a nuestras costumbres y que sembraron semillas de disociación.

Maradona, salvando las distancias, fue, junto a Moreno, el jugador mas grande que tuvimos pero que sepa de fútbol no significa que pueda dirigir un equipo pues un director técnico de nivel superlativo tiene que tener otras aptitudes. Un melómano puede comprender y sentir la música pero ello no significa que pueda dirigir una orquesta.

Justamente, este individualismo malsano y crónico se aplica también a nuestros políticos. En nuestros días, la habilidad de Kirchner para destrozar cualquier plan alternativo de la oposición, nos lleva inexorablemente a un gran fracaso como país a punto tal que al hacer prevalecer los intereses de la pareja gobernante, nos colocan en el fondo de la tabla de posiciones, para decirlo futbolísticamente.

La Argentina, con todo su potencial, con toda su riqueza es una Patria desventurada donde sus mejores hombres estás asqueados de la politiquería barata y naturalmente, asisten al desencuentro nacional.

No en vano, según recientes estadísticas proporcionalmente a sus habitantes, somos el pueblo que más psicólogos tiene, índice incuestionable de lo enfermo que estamos.

Tendremos que ser más solidarios, mas generosos y mejores si queremos aspirar a grandes cosas y dejar de naufragar en la medianía.