domingo, 31 de mayo de 2009

LA MUJER MAS V IOLADA.


No es un secreto para nadie que la actividad política de estos días deja mucho que desear. Candidatos a diputados “testimoniales” (truchos) fundadas denuncias sobre diferentes latrocinios públicos y privados a lo largo y a lo ancho del país, la cantidad cada vez mayor de pobres en el otrora granero del mundo, promesas incumplidas y un salvajismo atroz entre los políticos que muchas veces resulta ser más aparente que real pues a la semana, está abrazados como si nada fuera. Mientras tanto, la opinión pública que asiste azorada a tanta villanía no acierta a explicarse cómo es posible que exista tal grado de descomposición luego de 25 años de democracia. Empero, analizando con alguna profundidad la cuestión resulta patente que no estamos viviendo en el sistema que según Winston Churchill, sin ser perfecto era menos malo que todos los otros que hasta la fecha ha inventado el hombre.Y digo tal habida cuenta que los gobiernos que salen de las urnas y tienen por tanto una legitimidad de origen a poco andar la pierden y proceden a cada rato a violar la Constitución, que podríamos decir figuradamente “es la mujer más violada de cuantas conocemos”. Así por ejemplo la confiscación de los dineros provinciales por parte del Ejecutivo central y su posterior reparto absolutamente discrecional, la entrega de colosales recursos minerales a empresas multinacionales, como es el caso de San Juan, la ofensa sistemática al ecosistema , la confiscación de las rentas campesinas sin participación del Congreso, el apoderamiento de las AFJP y su ulterior distribución de fondos a “piacere” en distintas empresas adictas al gobierno, son apenas una muestra del descalabro institucional que vivimos a punto tal que ese solo dato alcanza para afirmar que no estamos en democracia. El clásico sistema tripartito de poder que consagra la Carta Magna desaparece en los hechos ante la preeminencia de un Ejecutivo fuerte, un Legislativo inoperante y un Poder Judicial timorato. Nuestro iracundo ex presidente tiene una cualidad que les envidian los opositores de ocasión: es muy imaginativo. Tomo de sorpresa a todos cuando proyectó y consiguió el adelanto de las elecciones fijadas para Octubre al 28 de Junio. Tampoco entraba en los cálculos de nadie que se iba a apoderar de un plumazo con las jubilaciones privadas y por último nadie supuso que para encorsetar al gobernador de Bs. As. y a ciertos intendentes presuntamente díscolos los obligaría a encabezar listas de candidatos que alguien llamo testimoniales. Claro que todas estas hazañas las materializo al amparo de un Congreso obediente y cautivo y de una oposición que por apetitos personales no consigue realizar un enfrentamiento pleno y eficiente y exhibir planes de envergadura para el futuro. Prueba de ello es que según encuestas un hombre recién llegado a la política, como De Narváez, sería su mayor contrincante. Esta de más decir que lo ha conseguido oficiando de” príncipe consorte” y violando sistemáticamente disposiciones constitucionales que forman parte, en su mayoría, de la parte dogmática y pétrea de la Constitución Nacional. Pero también hay que consignar que una Justicia adocenada, insaciable a la hora de los nombramientos poco hace por salvar a las instituciones al extremo que casi ningún fiscal investiga los latrocinios y el afán crematístico de muchos de los funcionarios en toda la Argentina. No cabe duda que los jueces en general tienen miedo, como por ejemplo, cuando ante el uso indiscriminado de celulares, los presos los llaman a los despachos oficiales y los amenazan con atentar contra la vida de sus hijos y cosas por el estilo. Nuestros políticos que han salido del pueblo, de seguir así, sólo conseguirán el repudio del soberano y aquel “que se vayan todos” se transformará en clamor popular. Es evidente que ésta democracia frágil y tramposa en muchos sentidos, a la larga, será reemplazada por otra: La democracia – social. Que no es otra que aquella que dispersa a los punteros de comité por auténticos dirigentes fomentistas con preeminencia de las entidades de base, léase sociedades de fomento, instituciones culturales, clubes y asociaciones de barrio, entidades empresarias y de todo tipo. Esta aspiración de creación y engrandecimiento de las entidades intermedias, aquellas que llevan el gas, las cloacas o el agua corriente a los barrios, amen del alumbrado público, tienen cada día mayores adeptos y seguramente las generaciones futuras verán su concreción. O esperan que nos gobierne Moyano?

sábado, 30 de mayo de 2009

UFA CON EL BINGO!!


Se sabe que cualquier Gobierno debe hacer primar la virtud y tratar de desterrar el vicio, tal como enseña San Pablo en la epístola dirigida a los romanos. El obispo auxiliar de La Plata, monseñor Antonio Marino, aseguró que la Iglesia mantiene “una postura constante” frente a la proliferación de los juegos de azar, y advirtió que “cuando el juego, donde se hacen apuestas por dinero, excede el marco del entretenimiento familiar y se legaliza, el poder político puede volverse cómplice de un grave desorden moral”. “Desde hace un tiempo nos hemos familiarizado con la palabra ludopatía que indica una dolorosa realidad: se trata de la adicción compulsiva al juego, que puede ser tan dañina y destructora como la drogadicción, el alcoholismo o el tabaquismo”, explicó en un artículo publicado en el diario El Día, de la capital provincial, con el título “Juegos de azar y bien común”. El prelado preguntó si “es coherente hacer campaña pública de salud contra el tabaco, poner cada vez mayores restricciones a los fumadores, para proteger a los no fumadores, y por otra parte fomentar el juego de azar, permitiendo la multiplicación de tragamonedas permitidas”, “La diferencia está -puntualizó- en que ahora en tiempos de crisis económica, cuando las cuentas no cierran tan bien, se espera recaudar una importante suma de dinero de esta proliferación del juego. El Estado aumentaría en forma significativa sus ingresos que, a su vez le servirían, según se dice, para invertir en obras públicas”. En nuestro Junín, el ex Intendente Miguel con apoyo del Honorable Consejo Deliberante de entonces, prohibió mediante acto administrativo enancado en la Ordenanza respectiva, la instalación de un Bingo en pleno centro, a la sazón en el viejo cine teatro Italiano de nuestra ciudad. Esta plausible decisión provocó que los interesados a través de una empresa llamada “Cadegua S.A.” movieran cielo y tierra para dejar sin efecto la Ordenanza, cosa que no consiguieron. Ahora, inopinadamente, el llamado “Gobierno local” según algunos mentideros, estaría promoviendo su instalación. Realmente, el Intendente Meoni ha sido poco claro porque si bien dijo que no lo auspiciaba, tampoco negó que estuviera en contra de su instalación. Sabido es que la `primera responsabilidad que tiene un gobernante, sobretodo un Intendente es llamar las cosas por su nombre. Debe expresar concretamente si se está a favor o en contra pues no es cuestión de consultar a la ciudadanía cuando estamos ocupándonos de un flagelo que ha causado la ruina de numerosos hogares en la zona. El argumento que su instalación provocará un ingreso extra e importante a las arcas municipales no tiene punto de comparación si se advierte que es mucho mayor el daño que ocasiona, en particular a los hogares mas pobres que inconscientemente, buscan en ese paliativo, un recurso a su escaso presupuesto. No es promoviendo el juego como se combate la pobreza, antes bien, son las palancas del desarrollo las que hay que mover para que Junín, en este caso, salga adelante.El gobierno local está obligado a gobernar con creatividad. Crear fuentes de trabajo, promover la obra pública, en fin, realizar cuantas iniciativas propendan a lograr el objetivo tan ansiado: el desarrollo social. No es recurriendo al recurso fácil del juego como se construye un distrito que está llamado a grandes cosas, por su ubicación geográfica, el alto nivel del empleo, la fuerte clase media que posee, en fin, una serie de ventajas comparativas que no pueden echarse en saco roto.No existe un solo ejemplo de algún lugar donde la instalación de un bingo haya favorecido el crecimiento, antes bien, lo único que favorece a la larga o a la corta, es mayor desamparo a los sectores populares. EL BINGO nunca fue solución para nadie ni siquiera para los comerciantes que ingenuamente, creen que potenciales clientes vendrán a dormir a los hoteles o a comer a los restaurantes cuando todo el mundo advierte que los clientes llegan en combis y comen en el mismo lugar y se van tranquilamente a sus casas, distantes no mas de l50 kilómetros en el mejor de los casos. LOS RICOS NO VENDRÁN AL BINGO DE Junín, prefieren Madero, Punta del Este o Laboulaye con su casino. Son los pobres, los desclasados a quienes hay que cuidar y apoyarlos para que dejen de serlo. Si encima les quitamos lo poco que les queda en sus bolsillos, fregados estamos. NI QUE DECIR TIENE QUE, ADEMÁS, ES UNA FÁBRICA DE JUGADORES COMPULSIVOS

viernes, 29 de mayo de 2009

Elecciones en junio: Una jugada maestra en medio de la agonía


Desde que gobierna, el ex Presidente en funciones no deja de sorprendernos con medidas drásticas para intentar aventar el huracán que se le viene encima. Cambiar la fecha de una elección es, si se quiere, una medida no demasiado trascendente. Pero a poco que se analicen los motivos que la rodearon, claro se advierte que se trata de un manotón de ahogado para tratar de conservar el poder, más allá, incluso del 2011. Advertido que en Corrientes habrá elecciones y posiblemente le vaya tan mal como en Catamarca, que Macri adelantó las elecciones porteñas desdoblándolas, que la crisis sobrevendrá más temprano que tarde , el patagónico resuelve adelantar las elecciones en una jugada maestra que, como siempre, desorienta a la oposición. Al ver crecer las alianzas en su contra, intenta y consigue fragmentarlas un poco, lo suficiente como para disputarles el terreno en Buenos Aires, donde tiene los votos cautivos del conurbano y de muchos jubilados que llegaron a la jubilación sin aportar y que son, quiérase o no, sufragios seguros. Desde que llegó al gobierno olvidándose de su mentor Duhalde y eligiendo enemigos a diestra y siniestra, debe reconocérsele su capacidad de implantar las reglas del juego y todos los demás políticos bailan al derredor de sus iniciativas. Tal vez el único sector al que no pudo doblegar hasta ahora ha sido el campo pues éste viene mostrando una estructura monolítica que a veces el desbocado De Angelis pone un poco en duda pero que se corrige con la firmeza de Buzzi, Biolcati y Llambías. Según se asegura, luego de la derrota que le infligió el sector con la 125, el personaje estuvo a punto de tomar las de villadiego; tal era su furia y desencanto, pero Alberto Fernández y algunos otros lo convencieron de seguir y desde luego, se puso a disciplinar al PJ, dejando para Cristina la elaboración e improvisación de discursos sin mayor contenido, llenos de muletillas y baladronadas. La inseguridad, la coima, el peculado, se enseñorean de nuestra calles pero a Kirchner lo único que le interesa es “hacer caja” pues sabe que de ese modo obtendrá el acatamiento y la obediencia ciega de los intendentes del conurbano y de los gobernadores de Provincia. Del otro lado, tenemos una oposición que no consigue definir un proyecto común. La opinión pública en gran parte respalda a Cobos como antes hizo con Scioli sin advertir que se trata de personajes débiles, sin equipo y que con la honestidad y rectitud de miras no alcanza. Para superar a la pareja presidencial hace falta un proyecto de Nación en serio. Si no, terminamos como De la Rúa, tomando el helicóptero… La reciente unión de Macri-Solá y De Narváez puede ser un punto de partida, pero todavía están lejos de alcanzar objetivos serios y de largo alcance. Lilita Carrió, por su parte, es la gran esperanza de los sectores medios, pero su forma de encarar la política,no encaja en este país, acostumbrado poco a la gimnasia parlamentaria y mucho a un ejecutivo fuerte. Cambia como el viento cuando de elegir colaboradores se trata y eso en política no es bueno. Ciertamente, el gobierno se ve favorecido por el apetito de poder que todos tienen y sabe que la mayoría de los políticos llegan a ella no para mejorar las vidas de los demás sino para servirse de ella con fines crematísticos. No es aventurado, a mi juicio, decir que Kirchner volverá a ganar por exiguo margen... por exiguo... y que ésta jugada de adelanto de las elecciones tiene por finalidad lograr ese objetivo inmediato. DESPUÉS VEREMOS… Solo el campo está en condiciones, por su amor a la tierra y su tesón, de jugarle otra mala pasada. Si permanece unido, puede ser el hueso más duro de roer y hasta podemos asistir a convulsiones sociales que acortarán la agonía de éste régimen que legítimo en su origen, hoy ha dejado de serlo.

LA TRANSFORMACION DE LOS ANTIGUOS TALLERES DE JUNIN


Que los juninenses hemos sido rápidos para los mandados, no cabe duda alguna .Un ejemplo de otros tiempos, fue la actitud de un núcleo animoso de vecinos que encabezados por el señor Pesado, en la segunda década del siglo xx, ofrecieron a los británicos terrenos muy bien ubicados para que en forma gratuita instalaran en ellos los talleres ferroviarios más importantes de la línea “Buenos Aires al Pacífico” que terminaban en Valparaíso, República de Chile.Postergaron así a la vecina Chacabuco que les pedía mucho dinero para que se concretara la obra en esa ciudad y también a Laboulaye en quien se había pensado primeramente, pero que adolecía de una desventaja capital: el agua salada.A partir de entonces, Junín se transformó en el segundo taller en importancia del país, después de Tafí Viejo en la provincia de Tucumán. Y poco a poco, llegaron a éstas tierras familias inglesas, irlandesas, españolas e italianas que poblaron la que se dio en llamar “la antigua ciudad ferroviaria”. A POCO ANDAR, LLEGAMOS A CONTAR CON 5000 OPERARIOS Y NATURALMENTE, CADA VEZ QUE SONABA EL FAMILIAR SILBATO O “PITO” DE LAS 6 Y CUARTO, UNA COLMENA DE TRABAJADORES SE AGOLPABAN POR LA PUERTA DE Jean Jaures para ingresar alegres y confiados en llevar el pan a su casa, a los distintos departamentos, de Mecánica, Carpintería, Pintura, Tráfico. Etc. etc., sin contar a los que recalaban de éste lado de las vías, en las puntillosas y exigentes oficinas de la administración. Empero, no faltaron quienes comenzaron a destruir el Ferrocarril, desde adentro y desde afuera. El Directorio fue ocupado en largos períodos por individuos que tenían intereses en el transporte vial, en las empresas de micros y de camiones de larga distancia. Los sindicalistas, en lugar de defender la fuente de trabajo, empezaron a llenarse los bolsillos mientras muy pocos de ellos comprendían que si al fin “los Ferrocarriles eran argentinos” habían sido comprados para cimentar la grandeza nacional y no para servirse de ellos. La prensa nacional hizo lo suyo, declarando que sus pérdidas eran enormes sin advertir que en todos los países del mundo el transporte ferroviario da pérdida porque llega a las estaciones y lugares más remotos y que fundamentalmente es un servicio público que debe ser preservado a cualquier costo.Convenientemente trabajada, la opinión pública comenzó a creerles y los defensores de los talleres -que siempre los hubo- contemplaron azorados que se levantaban rieles con el recordado plan pergeñado por Alzogaray... Y allí comenzó la debacle pues con el menemismo, años después, se logró paralizar todo el sistema. Naturalmente, nuestro Junín vio con amargura como se cerraban los talleres y cuando se quiso reaccionar ya era demasiado tarde. Es más, a muchos poco les importó... Y así es como llegamos al estado actual donde en esas 22 hectáreas más la quinta La Florida, reina el caos, el desorden y las ratas deambulan como Pedro por su casa... La Municipalidad, que debería ejercer el derecho de policía en defensa de los vecinos a quienes los roedores se les meten en sus casas, está adormecida, con los brazos cruzados, siendo que debiera ser la primera en poner las cosas en su lugar... En notas sucesivas, Dios mediante, iremos desbrozando el camino, señalando responsables y sugiriendo medidas urgentes sin perjuicio de analizar el status jurídico actual de ese pedazo tan querido, lleno de recuerdos inolvidables. Como primer paso en el buen camino, es grato decir que se acaba de constituir en nuestro suelo una O.NG. que bajo el título “Grupo de Trabajo pro un tren para todos”, empezará `por ocuparse del servicio precario que se presta entre Junín y Retiro, amen de proyectar la película “La Próxima estación”, en forma gratuita, e interesarse por el destino de los predios ferroviarios abandonados.

EL FERRICIDIO


Fernando “Pino” Solanas es un cineasta consagrado y entre sus producciones más importantes se cuentan las películas documentales. Seguramente su obra más reciente, “La próxima Estación” debe ser considerada quizás la más importante y lograda de todas ellas porque desnuda cabalmente la tragedia del ferrocarril argentino.Desde su diálogo inicial con un juninense afincado en La Plata desde hace muchos años, hasta los interrogatorios a que somete a los altos funcionarios del actual Gobierno, puede decirse que la película no deja títere con cabeza. Desde el Presidente Frondizi, que a través de su Ministro Alzogaray comienza con el cierre de ramales, hasta Menem, que con la complicidad del gremialista José Pedraza y otros clausura prácticamente toda la actividad; desde De la Rua con Machinea hasta Kirchner que promete pero no cumple, se va desnudando, haciendo abstracción de toda ideología, cómo la intervención directa de los propietarios de camiones y ómnibus y sus respectivos sindicatos patronales y obreros fueron logrando el desguace y el latrocinio del querido ferrocarril que pasó a ser tierra arrasada mientras la población veía, durante el “menemismo”, como grandes camiones transportaban los últimos restos. Naturalmente, para así proceder, cuenta el filme cómo la creación de las Cooperativas Ferroviarias fue una pantalla para encubrir negociados y finalmente obtener la liquidación despiadada del material ferroviario. En una vieja camioneta, “Pino” recorre todos los talleres, el de Tafí Viejo en Tucumán, el de Junín, el de Los Naranjos etc. y en todos ellos encuentra desolación y muerte al par que recoge el testimonio de muchos obreros viejos encariñados con aquel sistema ferroviario que está a la deriva. Recuerdan ellos como se cortaron a soplete las viejas locomotoras y como se fueron desmantelando máquinas y elementos de mucho valor hasta llegar al extremo de vender coches comedores a 200 pesos cada uno. Obviamente, también refiere que la Justicia poco hizo por investigar y muchas denuncias duermen el sueño de los justos en los juzgados Federales. (Incluso, tenemos entendido que una muy importante de la conocida doctora Mary Mitchell corrió la misma suerte en el Juzgado Federal de Junín…). Claro que para lograr semejante despropósito los autores contaron la con la evidente complicidad de “los de adentro”, es decir, los gremios ferroviarios conducidos por gente que seguramente obtuvo beneficios de los gobernantes. Por si hacía falta alguna ratificación, la película demuestra que el cineasta es un autentico nacionalista, más allá de su reconocida militancia izquierdista y que está dispuesto a jugarse hasta provocar las reacciones infundadas de un Ministro actual. Ciertamente, existe el homicidio, el parricidio, el filicidio, el uxoricidio, el matricidio, el magnicidio, el regicidio. A partir de ahora en nuestro desventurado país, deberíamos incorporar otra figura: “El ferricidio”. Lamentablemente, en Junín la obra no se podrá ver, Dirección de Cultura mediante.

Mas nacimientos y mas población


Un reconocido demógrafo francés, el profesor emérito de ’La Sorbona’ PIERRE CHAUNU, experto en investigaciones relacionadas con los índices de la población mundial, termina de alertarnos acerca de la manipulación informática que se realiza partiendo de la base de que en el planeta existen más de seis mil millones de seres humanos. Es más, en ciertos continentes subdesarrollados, por ejemplo África, y en países como Nigeria se sabe que existen censos adulterados por las propias autoridades, al extremo que el llamado continente negro tendría cien millones de almas menos que la que denuncian las cifras oficiales de la ONU (cf. AICA, del 24/11/99). En China, el país más poblado de la tierra, hoy no es posible sustituir a las generaciones habida cuenta de la estrictez del programa gubernamental que sólo permite un hijo por matrimonio, condenando con penas de multas elevadas y cárceles a quienes tengan dos vástagos, o más. En Europa, mientras tanto, se vive el drama de que no existe ningún país en que exista saldo positivo en su crecimiento demográfico, mientras que alrededor de 15 países, entre ellos Italia, existen más muertes que nacimientos. La tasa es de 0.8 hijos por mujer, lo que preanuncia una verdadera catástrofe propiciada, quien lo duda, por la tremenda campaña publicitaria para imponer el control de la natalidad, sea por medios persuasivos o bien directamente por leyes y decretos. En Alemania, las cifras permanecen estables gracias a la inmigración de los países del Este. Hasta en América Latina, en modo especial en el Brasil, la población dejó de crecer. En Rusia, hasta el desmembramiento de la Unión Soviética la población aumentó de manera constante, por impulso de los planes quinquenales pero ello se compensó con la muerte en los gulags de entre 40 y 50 millones de personas, sin contar los 20 millones que murieron durante la Segunda Guerra Mundial. El interrogante, es cuáles son las razones por las cuales con la complicidad de muchos gobiernos se ’inflan’ las cifras. La razón es simple: se trata de justificar los planes de control de natalidad, que en forma por demás autoritaria se implantó en muchos puntos del planeta, en especial sobre los países menos desarrollados. Como es natural, esta situación que se viene advirtiendo desde hace por lo menos 25 años atrás, es decir, el paso de la explosión demográfica a la implosión, provocará que aproximadamente a partir del 2020, en el conjunto del universo las generaciones no podrán ser sustituidas. Tampoco debemos olvidar que los crecimientos que se registran en muchos países desarrollados no son por el aumento del índice de natalidad sino por los avances de la ciencia que permite la sobrevida y que aumente el índice de mortalidad hasta los 75 años promedio. Cabe preguntarse qué razones impulsan a los sostenedores de los programas limitativos en materia de natalidad a continuar con su prédica antinaturalista. La primera es de índole moral: existe miedo a la invasión y la asfixia por parte de los ciudadanos del llamado tercer mundo respecto de los del primero. Como se sabe, en varias partes de Europa vienen proliferando movimientos políticos que intentan neutralizar la llegada de los inmigrantes apelando a viejas consignas que resultan totalmente inaplicables en este tiempo. Quienes vienen en busca de mejores horizontes a los países del primer mundo, lo hacen a consecuencia del notorio desequilibrio mundial que gráficamente se ha expresado como el norte opulento y poderoso y el sur empobrecido y colonizado. La otra razón es de índole filosófica-cultural: en los países protestantes que hoy por hoy dominan al mundo, la vieja concepción luterana, con el triunfo de lo individual sobre lo colectivo, o el advenimiento del yo, que diría el mejor JACQUES MARITAIN (conf. Tres Reformadores, pág. l07), se termina por endiosar a la criatura humana al extremo de hacerlo caer en formas de vida epicureístas, donde predomina el egoísmo sobre cualquier otra forma de solidaridad y por ende, de manera inconsciente, se acentúa con ese proceder la división entre pobres y ricos, tan contraria a la doctrina católica. Ante esta perspectiva, no está demás repasar qué papel debe jugar nuestra Patria, en el extremo del Cono Sur y con tan grande y hoy por hoy casi inmanejable territorio continental, insular y antártico. En primer término, debemos recordar los preceptos de nuestra Constitución Nacional cuando desde el Preámbulo nos señala que se propone asegurar ’los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra prosperidad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino’. Como puede advertirse una declaración de principios que no deja lugar a dudas y que expresa el sentimiento de los constituyentes que se traduce en el pensamiento alberdiano con aquella feliz definición de ’gobernar es poblar’. Queda entendido entonces que la Constitución de 1853, invita a todos los hombres libres del planeta a incorporarse a nuestro suelo en calidad de ciudadanos. Tal afirmación queda luego patentizada en el art. 20 del plexo constitucional, que indica que los extranjeros gozan de todos los derechos civiles del ciudadano argentino, obteniendo nacionalización con solo dos años de permanencia. A su turno, el art. 25 expresa que el gobierno federal deberá promover la inmigración europea. Por su parte, los constituyentes de l994, en forma unánime incorporaron en el art. 75, inc. l7 entre las atribuciones del Congreso, las de reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas en suelo argentino. Como puede advertirse, la ley suprema de la Nación tiene respecto de la población del país una filosofía definida: respeto por el extranjero, cualquiera sea su condición, especial predicamento para incorporar europeos a nuestro suelo, preservación de los pueblos y colectividades indígenas preexistentes a la unión nacional. Es importante precisar estos conceptos en épocas donde la falsa moral, el egoísmo colectivo, alentado por los medios de información y la poca o ninguna solidaridad que existe en el universo, están tratando de hacer tabla rasa con postulados de orden filosófico que están directamente imbricados con lo que llamamos el ser nacional. Dios nos ha otorgado uno de los sitios más deseables de la tierra, inmensas pampas fértiles, grandes yacimientos de minerales de la más diversa especie, enormes atractivos para la vista y la recreación, depósitos de agua dulce auténticas reservas mundiales, riquezas ictícolas de singular valía, etcétera, sin mencionar el todavía inexplotado subcontinente antártico. Por ende, es suicida para un país en pleno desarrollo como el nuestro, hacer de furgón de cola aceptando iniciativas que tienden en definitiva a limitar los nacimientos, una manera indirecta de someternos a los designios de los poderosos de la tierra. Contrariamente a ello, nosotros debemos propiciar el aumento constante de la población y si es posible el fomento de la inmigración, con los debidos recaudos -cuyo análisis exceden el marco de este artículo- pero siempre inspirados en la directivas de nuestra Constitución Nacional.

La situación de los deudores del campo


Devaluación mediante, el campo luego de 13 años de postración logró en tres cosechas rehacerse y recuperar su papel protagónico en la economía. En otras palabras, volver a ser el motor que siempre fue con el aditamento de que, incluso, ha logrado extender el área de siembra hasta límites insospechados hace apenas una década. De pronto, campos semi improductivos, llenos de montes y anegados, gracias al esfuerzo de sus propietarios han pasado a ser aptos para la agricultura. En ese aspecto, La Pampa y sobre todo Santiago del Estero son dos buenos ejemplos y eso que aún se está esperando la gran obra del norte argentino que es la canalización del río Bermejo. Nuevamente la soja produce otra cosecha record y el excelente precio del maíz, el girasol y el trigo en los mercados internacionales da cuenta de una vasta producción que vuelve a colocarnos en aquel “granero del mundo” que provocara hace muchos años la admiración del mundo. Si a ello le sumamos que, libre de aftosa, la Argentina ha recuperado casi 60 de los 75 mercados, que perdió gracias a la ineptitud de funcionarios de comité para sus carnes vacunas, es evidente que el campo vuelve a ponerse los pantalones largos y se constituye en el puntal del crecimiento argentino. Claro está que recién estamos en el comienzo de la era productiva y que para que esta renovación se mantenga a ritmo sostenido es preciso tomar algunas medidas de protección del chacarero que no pueden dilatarse más tiempo. Una de las más importantes es terminar de una buena vez con las ejecuciones de los productores adeudados que, como se sabe, contrajeron sus deudas en la mayoría de los casos en los ‘90. Desde entonces, los bancos, mediante una peligrosa ingeniería financiera, no sólo se negaron a otorgar nuevos créditos al sector sino que a todas las deudas las indexaron en forma geométrica haciendo imposible su cancelación. Del total de 30 millones de hectáreas en producción, 13 millones están gravadas con hipotecas, índice alarmante para un país que necesita imperiosamente del esfuerzo y el trabajo del campesinado. Es evidente que la devaluación favoreció las exportaciones y visto el excelente precio internacional del grano el campo se recupera rápidamente. Pero no es menos cierto que muchos inversores extranjeros se ven altamente favorecidos al producirse la devaluación de nuestra moneda. Justamente es al Estado al que le corresponde modificar las leyes relacionadas con la actividad agraria, tanto como sea necesario, para impedir que mediante la subasta pública de las tierras de los auténticos productores agropecuarios, la propiedad pase a manos extranjeras.

Link a la nota:

http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/suplementos/cash/17-561-2003-01-16.html

Primacía de la Constitución nacional sobre los tratados



1. Introducción En 1994, al reformarse la Constitución nacional, se estableció en el art. 75, inc. 22 que “los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes”, luego de una votación de 207 votos contra 23 de la minoría.En rigor, por aquel entonces pocos supusieron que se había dado un pasotrascendente en una dirección seguramente indeseada y cuyo resultado fue, en modoindirecto y a la postre, acentuar la globalización. Precisamente el objeto de estetrabajo es demostrar la bondad de esta conclusión. 2. Los tratados internacionales. Un largo y meduloso debate provocó el tratamiento en el seno de la Convención al abordarse en el recinto este tema. Fueron muchos los oradores que se refirieron al mismo, centrándose fundamentalmente la cuestión en torno a garantizar la defensa de los derechos humanos en toda su dimensión, sin ninguna clase de cortapisas o valladares. Seguramente cansaríamos al lector –sin mayor provecho– si transcribiéramos las exposiciones, es por ello que nos abocaremos pura y exclusivamente a los dichos del convencional Hitters, por lo demás, procesalista de nota. En la oportunidad estableció cuál era la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, señalando entre otros pareceres: “A partir de las normas constitucionales la Corte Suprema venía considerando en su jurisprudencia tradicional que la Constitución tiene supremacía sobre los tratados constitucionales y que éstos tienen igual jerarquía que las leyes federales, siendo por lo tanto pasibles de derogación por una ley federal posterior”. Recordando de paso que el Alto Tribunal ha dicho que ni el art. 31, ni el art. 100 de la Const. nacional atribuyen prioridad o prelación de uno sobre el otro, ya que ambas normas son calificadas como ley suprema de la Nación, agregando que no existe fundamento normativo para acordar prioridad o rango a ninguno. Sin embargo, acotemos que esta interpretación fue abandonada en los casos “Ekmekdjián” y “Fibraca”, dado que se consideró que el tratado internacional era un instrumento orgánicamente federal en el sentido de constituir un acto federal complejo, en cuya celebración participan los poderes Legislativo y Ejecutivo, por cuanto la derogación de un tratado internacional por una ley del Congreso violenta la distribución de competencias impuesta por la misma Constitución nacional, lo que constituiría un avance inconstitucional del Poder Legislativo sobre las atribuciones del Poder Ejecutivo. Además, recordemos que la Constitución al haber entrado en vigor en nuestro país la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados que incluye la obligación para el Estado nacional de abstenerse de invocar las disposiciones del derecho interno, como justificación del cumplimiento del tratado, con ello surgiría una clara obligación de asignar primacía al tratado ante un eventual conflicto con cualquier norma interna contraria. De allí que siguiendo el razonamiento de la Corte queda la duda de que si la primacía de los tratados internacionales comprende a la propia Constitución como en apariencia se desprende de la expresión “cualquier norma interna contraria”. En cierta forma esta duda fue despejada por la propia Corte, que un año después en el caso “Fibraca” ha señalado que la aplicación del art. 27 de la Convención de Viena impone a los órganos del Estado argentino asignarle superioridad al tratado internacional sobre el ordenamiento interno “una vez asegurados los principios de derecho público constitucionales”. Sin embargo, luego de la Segunda Guerra Mundial, con más de 50 millones de muertos y establecido un nuevo orden mundial con la creación de la Organización de las Naciones Unidas en 1945, tres años después, el 10 de diciembre de 1948 se adopta la Declaración Universal de los Derechos Humanos que junto con los pactos internacionales de los derechos civiles y políticos y de los derechos económicos sociales y culturales ratificados por nuestro país por la ley 23.313, constituyen el “código universal de los derechos humanos”, pasando a ser asunto de interés para todos los países. Juristas de nota, entre los que pueden mencionarse al italiano Mauro Capelletti, han definido este movimiento como “la dimensión trasnacional del derecho y la justicia”, por lo cual se aspira al respeto de las libertades humanas a un nivel metanacional a través de organismos y preceptos con vigencia a-espacial que vienen así a completar la dimensión constitucional del derecho y la justicia. Es por ello que el autor citado considera que el derecho trasnacional se rige como uno de los fenómenos más importantes de las postrimerías del siglo XX y que las normas locales creadas en principio para tener vigencia dentro de los Estados se fueron extendiendo, logrando operatividad más allá de las fronteras, en busca de alcanzar alguna vez el grado de la lex universalis, vale decir, operatividad a-espacial. En fin, una suerte de “paraguas protector”, un mínimo de derechos y garantías que acompañan al ser humano en cualquier lugar donde se encuentre. De allí en más los tratados internacionales vienen siendo considerados no sólo por los especialistas en derecho constitucional sino también por la prensa especializada como punto obligado de referencia y su aplicación es cada vez más frecuente cuando se trata de hacer justicia ante determinados casos de violaciones a los derechos humanos en algunos países donde el derecho interno se ha mostrado en principio impotente para condenar. Por ende, debemos entonces reconocer que su incorporación a la Constitución nacional fue todo un acierto, aún cuando la cuestión merezca las reservas que pasaremos a puntualizar. Precisamente fui uno de los convencionales que votaron en minoría, señalandopor aquellos días que llegando al extremo de sostener que la idea de soberanía ha cambiado y que ya no se trata del “poder absoluto y perpetuo de una República” como sostenía Bodin en el siglo XVI, sino de una potestad relativa cada vez más recortada y que confiere al Estado nacional competencia para autorregularse, empero no cabe duda de la preeminencia de la teoría dualista. El Poder Ejecutivo de la Nación debe concertar, firmar y aprobar, pero la ratificación corresponderá siempre al Poder Legislativo. Y si el tratado en cuestión vulnera algún derecho con rango constitucional, verbigracia, el derecho a la vida, al honor, a la libertad, a la promoción de la paz y del comercio, según señala el art. 27 de nuestra Constitución es evidente que no podrá ser ratificado. Para el dualismo hay dos órdenes jurídicos diferentes, el nacional y el internacional. Como el Estado nacional es soberano y no reconoce un derecho sobre sí superior, la Constitución está sobre el tratado, esto es que el derecho internacional se aplica en el Estado sólo en la medida que éste lo admita y reconozca. Debemos transitar por la posibilidad de la armonización cuando el derecho constitucional admite la existencia y validez del derecho internacional9, o bien como señala el art. 9° de la Constitución de Austria: las reglas generalmente reconocidas del derecho internacional tendrán validez como parte integrante del ordenamiento federal. En concreto, sostenemos que el tratado es superior a la ley pero inferior a la Constitución. Principios internacionales cada vez más fuertes como son: bonafide, pacta sun servanda, consuetudum sun servanda, no deben permitir que el constitucionalismo nacional ceda posiciones sobre el constitucionalismo supranacional. Y concluía diciendo: “estamos de acuerdo con la incorporación de los derechos humanos enunciados y con muchos otros implícitos que la contemporaneidad exige, pero nunca a costa de la soberanía de la República”. En rigor, lo que debe quedar claro es que la incorporación de los tratados internacionales nunca puede serlo afectando los principios liminares del país de neta raigambre constitucional, pues en el caso de así procederse, resulta evidente que se está derogando tácitamente el derecho patrio. Sin ir más lejos, recordemos que los Estados Unidos de América se han reservado siempre el derecho a incorporar determinados tratados y no todos los tratados internacionales, según convenga a sus intereses. 4. Las fuerzas que se oponen a la globalización A continuación desarrollamos como incide la llamada globalización en detrimento de los países en vías de desarrollo y como las naciones más débiles son víctimas de ella, aprovechándose, incluso, de la aplicación literal de los tratados con mengua del derecho interno autóctono. Cabe preguntarse cuáles son las fuerzas enemigas por antonomasia de la así llamada “globalización”. Muy pocas y podemos enumerarlas: las corrientes tradicionalistas, no fundamentalistas –valga la aclaración– centradas en la comunidad organizada, la religión, el concepto cristiano de la solidaridad y el Estado-Nación como eje ordenador. Dentro de toda la comunidad la globalización actúa como una fuerza centrífuga desarticuladora. En contraposición, el Estado-Nación cuando cumple sus funciones fundamentales debe operar como una fuerza centrípeta e integradora. Verificamos entonces que la ideología de la globalización no tolera ni puede convivir con las naciones ya que tiene como uno de sus objetivos primarios el de reemplazarlas. Más que atacar al “Estado-Nación” de manera frontal, la globalización debe corroerlo, debilitarlo y desarticularlo en forma gradual y secuencial. Es la desintegración controlada de los mismos. Luego sus impulsores pretenden reestructurar al mundo según sus cánones e intereses. Ya no se habla de un choque de naciones sino de civilizaciones, o sea de psicologías, tradiciones, ideales, sentimientos contrarios a la globalización, y hasta el surgimiento de Estados virtuales, centrados sobre el mercado en lugar del territorio. O sea, meras sedes del poder trasnacional. Ello implica que deberán generar un proceso gradual de desculturalización para romper los lazos que cada pueblo mantiene con su Patria, su historia, su territorio, su religión y sus valores. Éstos serán reemplazados por una seudo cultura universal estandarizada y globalizada. Desde esta óptica, todo nacionalismo sano y todo patriotismo viril serán vistos como algo fuera de lugar y “un peligro que debe ser combatido”. Para ello, será cuestión de etiquetar ese ataque con un eslogan conveniente y moralmente lícito, según la hipocresía que rige la alta política mundial. De ahí que todas las guerras hoy libradas “por la paz, la democracia, los derechos humanos y la libertad” respecto de cualquier país que se le oponga, automáticamente se convierte, al decir de sus panegiristas, en un “Estado-delincuente”. Este proceso mundial lo ordenan los países anglo-parlantes y no de manera pacífica, si se tiene en cuenta que desde fines de la Segunda Guerra Mundial, supuestamente librada para terminar “con la violencia autoritaria”, se han producido casi cien guerras, con más de cien millones de muertos, y la mayoría de ellas han tenido como actores directos o indirectos a la alianza anglo-norteamericana o a algunos de sus aliados incondicionales. De tal manera, convengamos que la globalización pretende estructurar al mundo según los cánones filosóficos, psicológicos y religiosos de los anglo-norteamericanos. La virulencia con que se persiguen estas metas, no escatima en el uso desmedido y brutal de sus muy poderosas fuerzas militares, según acabamos de comprobar con la guerra que Estados Unidos de América y Gran Bretaña libraron contra otras naciones, pueblos y etnias, como sucediera recientemente con Afganistán e Irak, y hace algunos años con la guerra de Malvinas. Está demás decir que todo esto implica la desarticulación de nuestra tradición hispano-parlante, católica y antiimperialista. Hoy vemos como se está quebrando la cultura vertebral de la Argentina, a través de una sutil e insidiosa invasión cultural impuesta por las fuerzas que motorizan a la globalización, las trasnacionales, los medios de difusión globales y las usinas de cerebros que han trastocado nuestra voluntad de independencia política y nacional. Si a ello agregamos la proliferación de las sectas del mismo origen, las iglesias electrónicas y otras lindezas de nuestro tiempo, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que desde esas usinas, se infiltra el virus letal para nuestra voluntad soberana. 5. Existencia de una relación impensada entre los tratados y la globalización. Pensamos que los tratados internacionales, incorporados al texto constitucional, sin las debidas salvedades, son vinculantes en los hechos con la globalización, pues al dejar de lado o al menos vulnerar siquiera parcialmente el derecho patrio interno, en cuanto se oponga a ellos están permitiendo que por ese camino se erosione patrias, etnias y fronteras y donde el derecho del más fuerte termina por imponerse a las pretensiones del mas débil, es decir, el sinalagma se resuelve siempre, inexorablemente, a favor de los que menos tienen, más pueden y más mandan en el planeta. Si conforme hemos visto la globalización termina por imponernos leyes económico- financieras y una moral light es evidente que tarde o temprano nuestro derecho interno quedará archivado en beneficio de los países poderosos, es decir, los del hemisferio norte. De allí que no debemos escandalizarnos al descubrir esta realidad, pues el derecho sirve en la medida que contempla el interés de los más débiles ante los poderosos. Caso contrario, se convierte en una ciencia abstracta, utilizada para justificar lo injustificable.