sábado, 30 de mayo de 2009

UFA CON EL BINGO!!


Se sabe que cualquier Gobierno debe hacer primar la virtud y tratar de desterrar el vicio, tal como enseña San Pablo en la epístola dirigida a los romanos. El obispo auxiliar de La Plata, monseñor Antonio Marino, aseguró que la Iglesia mantiene “una postura constante” frente a la proliferación de los juegos de azar, y advirtió que “cuando el juego, donde se hacen apuestas por dinero, excede el marco del entretenimiento familiar y se legaliza, el poder político puede volverse cómplice de un grave desorden moral”. “Desde hace un tiempo nos hemos familiarizado con la palabra ludopatía que indica una dolorosa realidad: se trata de la adicción compulsiva al juego, que puede ser tan dañina y destructora como la drogadicción, el alcoholismo o el tabaquismo”, explicó en un artículo publicado en el diario El Día, de la capital provincial, con el título “Juegos de azar y bien común”. El prelado preguntó si “es coherente hacer campaña pública de salud contra el tabaco, poner cada vez mayores restricciones a los fumadores, para proteger a los no fumadores, y por otra parte fomentar el juego de azar, permitiendo la multiplicación de tragamonedas permitidas”, “La diferencia está -puntualizó- en que ahora en tiempos de crisis económica, cuando las cuentas no cierran tan bien, se espera recaudar una importante suma de dinero de esta proliferación del juego. El Estado aumentaría en forma significativa sus ingresos que, a su vez le servirían, según se dice, para invertir en obras públicas”. En nuestro Junín, el ex Intendente Miguel con apoyo del Honorable Consejo Deliberante de entonces, prohibió mediante acto administrativo enancado en la Ordenanza respectiva, la instalación de un Bingo en pleno centro, a la sazón en el viejo cine teatro Italiano de nuestra ciudad. Esta plausible decisión provocó que los interesados a través de una empresa llamada “Cadegua S.A.” movieran cielo y tierra para dejar sin efecto la Ordenanza, cosa que no consiguieron. Ahora, inopinadamente, el llamado “Gobierno local” según algunos mentideros, estaría promoviendo su instalación. Realmente, el Intendente Meoni ha sido poco claro porque si bien dijo que no lo auspiciaba, tampoco negó que estuviera en contra de su instalación. Sabido es que la `primera responsabilidad que tiene un gobernante, sobretodo un Intendente es llamar las cosas por su nombre. Debe expresar concretamente si se está a favor o en contra pues no es cuestión de consultar a la ciudadanía cuando estamos ocupándonos de un flagelo que ha causado la ruina de numerosos hogares en la zona. El argumento que su instalación provocará un ingreso extra e importante a las arcas municipales no tiene punto de comparación si se advierte que es mucho mayor el daño que ocasiona, en particular a los hogares mas pobres que inconscientemente, buscan en ese paliativo, un recurso a su escaso presupuesto. No es promoviendo el juego como se combate la pobreza, antes bien, son las palancas del desarrollo las que hay que mover para que Junín, en este caso, salga adelante.El gobierno local está obligado a gobernar con creatividad. Crear fuentes de trabajo, promover la obra pública, en fin, realizar cuantas iniciativas propendan a lograr el objetivo tan ansiado: el desarrollo social. No es recurriendo al recurso fácil del juego como se construye un distrito que está llamado a grandes cosas, por su ubicación geográfica, el alto nivel del empleo, la fuerte clase media que posee, en fin, una serie de ventajas comparativas que no pueden echarse en saco roto.No existe un solo ejemplo de algún lugar donde la instalación de un bingo haya favorecido el crecimiento, antes bien, lo único que favorece a la larga o a la corta, es mayor desamparo a los sectores populares. EL BINGO nunca fue solución para nadie ni siquiera para los comerciantes que ingenuamente, creen que potenciales clientes vendrán a dormir a los hoteles o a comer a los restaurantes cuando todo el mundo advierte que los clientes llegan en combis y comen en el mismo lugar y se van tranquilamente a sus casas, distantes no mas de l50 kilómetros en el mejor de los casos. LOS RICOS NO VENDRÁN AL BINGO DE Junín, prefieren Madero, Punta del Este o Laboulaye con su casino. Son los pobres, los desclasados a quienes hay que cuidar y apoyarlos para que dejen de serlo. Si encima les quitamos lo poco que les queda en sus bolsillos, fregados estamos. NI QUE DECIR TIENE QUE, ADEMÁS, ES UNA FÁBRICA DE JUGADORES COMPULSIVOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario