miércoles, 4 de noviembre de 2009

“EL FÍN DE LA AVENTURA”


Días pasados alguien me envió un cuentito: se trataba de de una ranita que de tanto dar saltos en una cocina, terminó en una olla de agua fría.

Allí se descontracturó; sus largas extremidades le permitieron nadar sin sobresaltos mientras el agua fría le proporcionaba infinito placer.

Advirtió que la temperatura del líquido elemento cambiaba pero no le importó demasiado, total, ese ambiente tibio le proporcionaba alegría y hasta una dulce somnolencia.

De pronto, al fin, sin que ella se percatase, todo cambió: el agua dejó de ser placentera, se hizo muy caliente y cuando ya estaba hirviendo se encontró con que las patitas cuando salir rápido, no le respondían.

Al rato, estaba muerta. Obviamente, la ranita es la Argentina. Cuando quiera desperar, seguramente será demasiado tarde…

Otro amigo transcribió por la misma vía, una nota de un importante diario alemán que señala que la Argentina es un país maravilloso que tiene de todo pero que se encamina hacia un enfrentamiento sangriento.

Hay demasiadas armas en las calles, son muchos los núcleos de izquierda que tienen verdaderos arsenales y, crease o no, también los campesinos tienen las suyas.

Y según el periódico, su enfrentamiento, tarde o temprano, es inevitable.

Parece un tanto apocalíptico lo referido pero sin embargo, lo que está ocurriendo en la política donde Kirchner vapulea a sus adversarios sorprendiéndolos con jugadas maestras que revelan que luchará hasta el final, es decir, hasta el 2016 en el juego del poder.

Con la colaboración de su mujer, la que utiliza repetidamente la red de radiodifusión nacional para mensajes llenos de dialéctica pura, pero que pocas veces se concretan tal como se anuncian, ello es fiel reflejo que estamos en vísperas de acontecimientos trascendentes.

Algunos optimistas creen que todo cambiará a partir del l0 de diciembre, pero olvidan que sólo se renovará la mitad del Poder Legislativo y que el Gobierno no llamará a extraordinarias, por lo que tendremos que esperar el verdadero estreno recién para marzo.

Con el aditamento que la “reina Cristina” seguirá ostentando el poder de veto de naturaleza constitucional.

Mientras tanto, los niños no van a la escuela, los enfermos no son atendidos en los hospitales, los piquetes abundan en las calles porteñas, el campo no dialoga porque está cansado que le tomen el pelo, los jubilados están olvidados y el país en su conjunto va camino de transformarse en una “republiqueta”.

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