sábado, 7 de noviembre de 2009

“UN CINE PARA TODOS”

Algunos opinólogos por éstos días han llegado a la conclusión que la instalación de un cine en Junín es prácticamente un imposible.

Para sostener semejante hipótesis se emplean diversos argumentos, muchos de ellos especiosos. Se afirma, por ejemplo, que la ciudad perdió el interés por el cine habida cuenta que hace demasiado tiempo que desapareció el último, el por cierto bien dotado “cine Lumiere”.Como se sabe, se trató de una experiencia privada, con dos salas bien plantadas, con excelente proyector y que nada tenía que envidiarle a las salas chicas de Buenos Aires. Al principio, con funciones continuadas desde las l7 a las 24 hs., la concurrencia fue aceptable, pero en los dos últimos años, decayó sensiblemente hasta que sus dueños tuvieron que cerrar, pues muchas veces proyectaron películas de estreno a una o dos personas solamente…

Otros creen que la proliferación del DVD y el video, sustituyeron definitivamente al cinematógrafo y que quien intentara un cine comercial perdería dinero a raudales.

Y están también los que recomiendan volver al cine-arte, como en tiempos pasados cuando había 4 cines en Junín y hasta algunos vecinos en las noches estivales proyectaban películas en sus azoteas privadas (recuerdo por ejemplo, al bueno de Don Roque Di Prieto, en el barrio Pueblo Nuevo).

Seguramente, quienes así opinan parten de un error garrafal que sintéticamente expuesto debe llevarnos a las siguientes conclusiones:

a) el cine es cultura, por ende debe propenderse por todos los medios al alcance del Estado, a su difusión sin cortapisas de ninguna especie.

B) el cine no es una mercadería ni un comercio, el cine es servicio.

C) Es al Estado- sea Nacional o Provincial o incluso Municipal- a quien le corresponde efectuar ese servicio a la comunidad.

Por tanto, si en un lugar determinado- Junín por ejemplo- no es rentable, es la Dirección de Cultura quien debe ocurrir a su sostenimiento, ¿acaso no gasta el Municipio en muchas futilidades prescindibles?.

¿Por qué no puede disponer en su presupuesto de una partida para el séptimo arte?

Incluso, porque la Dirección de Turismo no dispone de fondos para coadyuvar a su sostenimiento.

También es posible que algún particular pudiera aventurarse, creándose una empresa mixta.

Lo concreto es que soluciones hay varias, pero lo único que no puede existir es ésta indiferencia colectiva que priva a la ciudad de una sala adecuada para entre otras cosas, hacer realidad aquel viejo slogan de “Junín, ciudad de turismo”.

Quizás, es igual o parecida a la que tuvimos como comunidad cuando manos inescrupulosas- de adentro y de afuera- nos despojaron de la Asociación Francesa de Socorros Mutuas y su extensión cultural, “la Alianza Francesa” , sin ir más lejos, la falta de preocupación que experimenta.

La Sociedad Italiana que hace rato pretende “poner en valor” como se dice ahora, al tradicional Teatro Italiano y no puede culminar el propósito de inaugurar nuevamente la sala.

El estudio fáctico está hecho, los planes aprobados, la venia del C. Deliberante también, pero la plata hasta hoy no aparece.

Junín, se está transformando, en un yermo cultural.

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