jueves, 4 de junio de 2009

OBRAS SON AMORES


En ocasión de la IV Feria del Libro tuve ocasión de charlar circunstancialmente con el Intendente. Después de felicitarlo por su cintura política le reclamé, una vez más, por la instalación de un cine en la ciudad. Me dijo que ya estaban compradas las máquinas del ex cine “Lumiere” por el Municipio, y que en las próximas semanas comenzarían las proyecciones en el Teatro de la Ranchería, por lo menos, tres veces a la semana. No pude menos que felicitarlo y alegrarme sobremanera pues confieso que soy un cinéfilo de toda la vida.Claro que, a poco andar, me puse a reflexionar sobre las cosas postergadas que tiene Junín porque, al fin y al cabo, uno lee los diarios. Y encontré una pila de ellas y también algo más grave; varias fueron anunciadas con bombos y platillos y parece que, finalmente, no se llevarán a cabo.El rosario es largo pero simplemente enumeremos algunas, para mi, impostergables: las 110 cuadras a pavimentar; el autódromo, fuente de turismo, vida y esparcimiento para la ciudad; la pista del aeródromo, totalmente abandonada; el dichoso cruce a diferente nivel, puente o traslado de la playa de maniobras del Ferrocarril; la instalación, subvencionada por la Municipalidad, de una buena línea de micros urbanos o su reemplazo por el tranvía, mucho más económico; la recuperación de la planta depuradora de líquidos cloacales sobre el Río Salado. En fin, obras que hacen al desarrollo y a la pretensión de convertir a Junín en la capital del noroeste de la provincia de Buenos Aires dado que su situación privilegiada así lo exige.Es que no podemos conformarnos con la cosmética, mejorando las grandes plazas y las pequeñas aunque en esto también “se cuecen habas” como que, por ejemplo, en una vergüenza el estado de la llamada Plaza de los Trovadores, frente mismo al club Moreno.El episodio ocurrido en el Concejo Deliberante, donde fueron agredidos a huevazos algunos concejales, parece haber provocado una fractura en el elenco de Mario Meoni lo que en tiempos como los que corren no es nada bueno para el distrito que gobierna dado que las divisiones internas son la peor noticia para una ciudadanía que espera la concreción de las obras anunciadas.Desde mucho tiempo atrás hemos sostenido que los cuerpos deliberativos a nivel municipal corren el riesgo de transformarse en despiadadas luchas intestinas cuando por razones de envidia, insolidaridad, crítica obstruccionista, etc. etc. se trata de poner palos en la rueda a la gestión de turno aunque no desconocemos que a veces, la desmesura de algunos funcionarios suele provocar airadas reacciones que en el fondo dividen y a nada bueno conducen. Un análisis desapasionado de la composición del núcleo que rodea al actual jefe municipal estaría indicando que existen algunos miembros de los cuales le convendría desprenderse cuanto antes pues han excedido con creces el tiempo de permanencia en una tarea que les queda decididamente grande, ello sin contar que existen quienes afirman en los mentideros políticos que están complicados de alguna manera en el negocio de la noche.Por lo visto, el Intendente, que supo definirse con claridad a favor del campo y acertó, tiene enormes dificultades para desprenderse de gente que no le hace bien, según la mayoría de los expertos locales.A su vez, los concejales deberán empezar a tomar el toro por las astas y resolver con medidas atinadas problemas urgentes que requieren solución perentoria, como por ejemplo, tomar cartas en el asunto con relación a la Onabe y la concesión de las estaciones y terrenos del ferrocarril que deben pasar cuanto antes a manos municipales para plasmar el campus universitario.

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