domingo, 7 de marzo de 2010

LOS HOMBRES CONTRA LO HUMANO


Quienes siempre hemos admirado el patriotismo de los chilenos, su titánico esfuerzo por superar las adversidades climáticas y una geografía no demasiado generosa, hemos sentido profundamente lo acontecido en el país allende la Cordillera.
Cuando una desgracia semejante se traduce en  pérdida de miles de vidas humanas, la angustia es aun mayor.
Ahora bien, cabe preguntarse si estos desgarramientos de los suelos obedecen a un designio natural o son consecuencia en gran medida de la aplicación por parte del hombre de sistemas que a partir de la terrible globalización en lugar de mejorar la condición humana terminan por someterla a designios no queridos.
Después de lo sucedido en varias ocasiones en el Golfo de México  vale la pena recordar las opiniones vertidas por Eduardo Subirats de la Universidad de New York University y autor del libro “Última visión del paraíso”.
Categóricamente el científico señala que “la catástrofe humana provocada por el huracán Katrina no es una excepción, en realidad los huracanes de la zona son fenómenos naturales devastadores provocados por el sobre calentamiento atmosférico generado por gases industriales que se han transformado en los últimos años en fuerza aniquiladora y agrega: “la destrucción sistemática del ecosistema costero del Golfo bajo los auspicios de la especulación inmobiliaria han hecho el resto”.
Ciertamente, las condiciones dominantes dentro del sistema neoliberal de desarrollo y miseria que se impuso en el mundo entero y que ni siquiera fuera repudiado por los gobiernos socialistas o de izquierda han favorecido netamente la proliferación de estos gases industriales que han atacado directamente la raíz del ecosistema. Por eso, debemos concluir que no existen catástrofes naturales que no sean efectos colaterales de un sistema económico irracional.
Obviamente los diques que deberían cerrarse para prevención de estos huracanes no se llegaron a construir porque sus presupuestos se destinaron a la guerra global. Y según se afirma, la guardia nacional estadounidense no se encontraba en su lugar porque se hallaba de servicio en Irak…
Es de toda evidencia entonces que es el mismo ser humano quien pretende con políticas suicidas, alejadas por completo de la equidad y el desarrollo que necesariamente debe presidir el progreso de las naciones, la mayor responsable en esta repetición de fenómenos que por lo que vemos pueden ser previsibles pero no evitables.
Si los gobiernos del planeta, en especial en los países en desarrollo, no adoptan políticas más solidarias los pueblos padecerán no solo hambre y miseria, sino también cataclismos impensados.

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