martes, 30 de marzo de 2010

MIRÁNDOSE EL OMBLIGO


El Dr. Kirchner es un hombre convencido que no hay mejor defensa que un buen ataque, para decirlo en términos futboleros. Una y otra vez toma por sorpresa a la oposición, quien debe cambiar de planes sobre la marcha.
El último ejemplo a la mano se registra cuando desde Olivos su esposa aventura que el año próximo dejarían sin efecto el impuesto al cheque, por considerarlo un gravamen “distorsivo”. De este modo quita del escenario político uno de los argumentos centrales de sus opositores, que ven con preocupación como la pareja gobernante se hace rápidamente de la única derrota que sufrieron hasta ahora: el fatídico 26 de junio del 2009 cuando un casi ignoto Francisco De Narváez con el poder que da el dinero y una sutil campaña propagandística logró vencerlos en aquellas recordadas elecciones.
Kirchner es un adversario que maneja como pocos el juego democrático, aunque en el fondo el no lo sea…
Sabe que los radicales,  por ejemplo, tienen tal apego a las formas y tales pruritos respecto de las instituciones liberales que nunca se animarán a enfrentarlo aunque el viole la Constitución sistemáticamente. Sabe también que la oposición nunca logrará un frente único toda vez como se dijera repetidamente no los une la coincidencia de ideas sino el espanto.
Es imposible concebir dentro de la lógica una alianza electoral entre Carrió y Solá, pues aunque ellos se lleven muy bien y personalmente se profesen una mutua admiración, sus apoyaturas jamás coincidirán en un proyecto común.
Otra “virtud” que tiene el Presidente en funciones es que mantiene una tropa disciplinada, pues todos saben que castiga a los díscolos con implacable rudeza. En ese sentido, los juninenses tenemos un ejemplo categórico cuando luego del conflicto con el campo castigó a Meoni, que hasta entonces era uno de sus favoritos, no dándole ni una moneda más, convirtiendo de esa manera a Junín en un distrito paria, postergando obras imprescindibles como por ejemplo el paso a diferente nivel sobre las vías, la estación de ómnibus, el autódromo y otras realizaciones que hace tiempo están en carpeta.
Mientras la Comuna local dispuso del favor oficial se concretaron obras trascendentes tales como el complejo del Río Salado y ahora todas las iniciativas, aún las de mediana importancia languidecen mientras el ubicuo Intendente se aferra a Cobos y descuida intereses locales.
A todo esto, algunas ciudades de menor rango, pero importantes en la zona, aprovechan la defección juninense por los motivos apuntados y cuentan con  el favor oficial, que en el caso de Chivilcoy- vía el ministro Randazzo-  es realmente notable. Seguramente, ocurrirá otro tanto con Chacabuco apenas Julián Domínguez se afiance en la siempre peligrosa cartera de Agricultura y Ganadería.
En el campo de enfrente, seguramente Kirchner observa con satisfacción como quienes ganaron la última elección se fagocitan unos a otros y en cambio, el “pingüino perdedor” tras un momento de  ira y ofuscación- le costó la furibunda salida del gabinete al ex ministro Mazza, hoy intendente de Tigre- se repuso rápidamente y pese a haber perdido la batalla está en condiciones de ganar la guerra.
Si a pesar de la incontrolada inflación la economía argentina mejora como sostienen algunos augures, es probable que haya Kirchner para rato.
Obviamente, con la ayuda de la oposición que sigue desde el Parlamento mirándose el ombligo…

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