sábado, 26 de junio de 2010

LOS MARICONES


Tanto como para equilibrar un poco esta cuestión y aunque me tilden de cavernario, deseo expresar algunos puntos de vista que me otorga la realidad.
Si usted se toma el trabajo de revisar antiguas fotos de mas de 50 años atrás observará que los hombres de pelo en pecho aparecen casi invariablemente de bigotes, con el pelo corto y sobriamente vestidos, lo que por cierto contrasta con la juventud de hoy, que se deja el pelo largo, las patillas y se colocan cuanto aderezo- aros, gel, cremas, piercings, etc- y demás utensilios que existen en el mercado comercial.
Cabe preguntarse a que obedece esta moda que ya ha dejado de serlo para transformarse en un a costumbre permanente.
Creemos sin disputa que ello es debido a la influencia de la mujer en sus vidas, la que por cierto abandonó la cocina y se lanzó a conquistar el mundo. Por eso es que marchamos sin prisa ni sin pausa a un diferentísimo sexual al cual contribuye en gran medida el Internet y todo el mundo virtual que apareció desde la creación de este fenómeno moderno.
Hoy la mujer ocupa en la sociedad puestos relevantes y ejemplo de ello son la Primer Ministro de Alemania, Ángela Merkel, la ex presidente de Chile, Michelle Bachelet y hasta nuestra propia Cristina Fernández de Kirchner, que tuvieron su antecesora en la inglesa y ex Primer Ministro Margaret Thatcher.
Otros ejemplos vernáculos son las ministras de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Hayton de Nolasco y Carmen Argibay Molina, en la política nacional “Lilita” Carrió y en el norte del país la líder “piquetera” Milagro Sala, solo por citar a las figuras mas destacadas.
Aún en las capas mas inferiores de la sociedad la mujer ha tomado un papel predominante, a punto tal que algunas con tal de salir de la casa prefieren cambiar la plata, por ejemplo cobrando como docentes y pagando el mismo sueldo a una mucama que asista a sus hijos menores.
Ante esta decidida actitud del sexo femenino los hombres suelen no encontrar parámetros de conducta que les permitan seguir siendo como en el antaño jefes de sus hogares e incluso, hasta su vestimenta ha cambiado notablemente y sin ir mas lejos podemos citar a los jugadores de fútbol que entran a jugar un Mundial- cita máxima de la especialidad- y ante la vista de millones de espectadores- unos pocos privilegiados en vivo y la inmensa mayoría frente a un aparato de T.V.-con botines carísimos y de distintos colores, los que revelan a quien quiera mirarlos con objetividad como la moda también influye en ellos, lejos de la sobriedad que caracterizaba a los futbolistas de antes.
Sobre esta cuestión surgen dos preguntas al menos: la primera es cuanto durará lo que estamos escribiendo y la segunda si esto es benéfico para la humanidad.
Respecto de la primera sospechamos que un largo tiempo y en cuanto a la otra consideramos que es hora que el hombre recupere su papel, pues como decía San Pablo “es el primero entre dos iguales”. 
Como conclusión, solo cabe afirmar que esta práctica lo único que logra es que las mujeres sean cada vez menos mujeres y los hombres cada vez menos hombres.

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