miércoles, 30 de junio de 2010

EL INTENDENTE VIAJERO


Confieso que al actual Intendente de Junín nunca lo conocí hasta mucho después de la asunción de su cargo, sin perjuicio de lo cual debo reconocer que se trata de una persona dinámica, emprendedora, con mucho sentido de la oportunidad.
Sin embargo, mas de una vez le dije que se equivocaba cuando se enrolaba junto a Julio “Cleto” Cobos y descuidaba los intereses de Junín. Y ciertamente, aunque haya logrado una buena cobertura periodística no consigue entusiasmar con su gestión a la opinión independiente.
Se me dirá que logró el triunfo en la elección interna donde fueron vapuleados los capitostes del radicalismo tales como Leopoldo Moreau y Federico Storani.
 También se me podrá decir que no tiene apoyo del Consejo Deliberante, aunque es bueno recordar que puede obtener la mayoría en cualquier proyecto que sea factible y de interés para la comunidad.
Lo que pasa a nuestro modesto juicio es que está completamente abocado a sostener la candidatura del “mendocino” y como bien dice el refrán: “no se puede tocar la campana y estar en la procesión”.
A guisa de ejemplo, doy algunos: es poco lo que se hace en conseguir un tren  decente para  Junín, pues los que viajan permanentemente me informan que las carencias en el único servicio son notables.
Tampoco ha logrado un avance concreto respecto de superar el problema del paso a nivel de calle Rivadavia pese a los anuncios que efectuó con gran publicidad.
Cuando recientemente vimos que se iban los 20 colectivos que estaban destinados para el servicio interno de la ciudad experimentados esa sensación de desencanto que cualquiera tiene cuando se frustra un proyecto en principio bien encaminado, aunque es dable reconocer que la cantidad de motos y bicicletas podían hacer naufragar, desde el punto de vista económico cualquier iniciativa de ese tipo.
La semaforización de Junín que iniciamos hace 40 años también adolece de algunas fallas, como por ejemplo no instalar un semáforo en la Av. de Circunvalación y Posadas, donde milagrosamente todavía no se ha emplazado uno y la posibilidad de accidentes está a la orden del día.
Claro que no solamente el Intendente debe ocuparse de obras trascendentes como hemos señalado, sino de algunas que confieren a Junín el verdadero carácter de ciudad mayor en el noroeste bonaerense, tales como la creación de un cine que prometiera numerosas veces o bien tener mayor contacto con las sociedades de fomento o ampliar la bici-senda instalada en el Parque Borchex hasta conectarla con la Laguna de Gómez.
En fin, se trata de obras de pequeña envergadura, pero que permitirían confirmar aquella expresión propagandística que señala: “Junín está lindo”.
Para remate de esta nota debo señalar una vez más que Junín no puede quedarse sin una Estación Terminal de colectivos adecuada a la importancia que tiene.
Existen numerosos proyectos o vías para intentar los créditos suficientes para comenzar esta tarea de inmediato. Incluso, la Municipalidad dispone de terrenos aptos cercanos a la Ruta Nacional nº 7 y no en otro lugar para iniciar esos planes, pues es una verdadera vergüenza que los ómnibus de gran porte deban penetrar en la ciudad causando el lógico trastorno al tránsito, sin perjuicio de todas las empresas que directamente tachan a Junín como destino intermedio habida cuenta su falta de infraestructura urbana.
En definitiva: menos viajes y más concentración en los problemas de la ciudad.

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